lunes, 15 de diciembre de 2014

22/11/63

Anoche acabo de terminar de leer 22/11/63 de Stephen King. Soy un convencido de que cada libro es un viaje, pero este resulta muy especial porque precisamente trata de eso: de viajar, pero en el tiempo.

Creo que todos alguna vez hemos jugado a imaginar qué haríamos si pudiésemos viajar en el tiempo. A veces lo hacemos más serios y de forma recurrente y casi inconsciente tal vez cuando nos arrepentimos de algo que hicimos y deseamos con el corazón haber hecho algo distinto. Nunca sabremos cómo hubiesen resultado las cosas si tuviésemos la oportunidad de cambiar el pasado. Solemos pensar que sería todo muy diferente pero para bien.

No todo el mundo tiene segundas oportunidades para hacerlo distinto. A veces duele más saber que se tuvo un nuevo inicio y no se pudo (¿o quiso?) aprovechar. Y todo el libreto se vuelve a quemar. Otras veces sentimos que no importa cómo lo hagamos ni cuántas veces lo intentemos... Nos gusta engañarnos con conceptos fútiles y de ficción como "destino", "karma", "hilos invisibles", "otras vidas", etc. Seguramente lo hacemos para sentirnos un poquito mejor con nosotros mismos y convencernos de que lo intentamos todo. De que nos podemos lavar las manos más tranquilos.

Este libro, más que narrar de una forma muy aterrizada hechos históricos y condimentarla con un poco de sobria ficción de viajeros en el tiempo, es una invitación a viajar hacia el interior de nosotros y madurar respecto a las decisiones que tomamos. De hacernos responsables y dejar de engañarnos de a poco. Porque el tiempo, el tiempo no vuelve.






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