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viernes, 18 de febrero de 2022

Si No Puedes Pagarlo No Lo Compres

    El año 2017 compré a través de Amazon 2 enchufes inteligentes D-Link en unos 25usd cada uno. El miércoles 16 de febrero de este año 2022 recibí un correo de D-Link indicando que en diciembre de este año se acaba el servicio y soporte para varios dispositivos, entre ellos, mis enchufes. En otras palabras en diciembre yo sería el flamante propietario de 2 pisapapeles caros.

    A modo de consuelo me convencí de que en realidad no había comprado 2 enchufes sino que había pagado por 5 años de servicio de la nube D-Link.

    Al día siguiente veo la noticia de la empresa Second Sight: La empresa tenía alrededor de 350 pacientes clientes con implantes oculares biónicos que les permitió recuperar la visión que ahora se han quedado sin soporte ni actualizaciones. Lo anterior significa que en cualquier momento esas personas perderán la visión. Adicionalmente si alguno de ellos requiere de algún procedimiento que implique retirar la retina biónica (por ejemplo para tomar una resonancia magnética) tampoco podrán contar con la asistencia técnica original.

    Nos acercamos a pasos agigantados a una economía donde las personas tendrán acceso a muchos productos sin embargo no serán dueños de nada. Dichos productos van desde los enchufes inteligentes hasta órganos y departamentos, pasando por ejemplo por el chaleco con airbag para motoristas que deja de funcionar si no pagas.

    Evidentemente algunos estarán contentos con este nuevo modelo, sin embargo otros vemos con desconfianza esta tendencia que literalmente puede dejar desnudas y en la calle a las personas que pierdan su empleo. Lo anterior apoyado por tecnologías como blockchain para la implementación de contratos inteligentes que pueden desactivar instantáneamente tu vehículo en caso de no pago o incluso hacerlo volver autónomamente al concesionario de la marca.

    Pero puede haber luz al final del camino: apoyar y preferir el software y hardware libre podría eventualmente torcer un poco la mano de dicho futuro tan distópico o al menos proveer una alternativa. De esta forma si una empresa no puede quiere seguir ofreciendo soporte podría liberar el código fuente de sus artefactos para que la comunidad provea actualizaciones. En la medida que sigamos viendo casos como el de Second Sight o las primeras muertes por airbags que no funcionaron probablemente necesitemos algún tipo de legislación que "incentive" la liberación del código ante una inminente quiebra.

Repo Men (2010). Soy propietario del NFT de esta imagen -> Verificar

    Es imposible escribir sobre este tema y no recordar la película Repo Men (2010), donde una empresa provee órganos biónicos indestructibles que tiene personal que envía a recuperar dichos órganos cuando el cliente no sigue pagando.

    Por ahora tengo instalado Home Assistant en mi openSUSE para controlar mis nuevos enchufes que pueden ser flasheados con código libre para no depender de terceros. No sé si el futuro sea que cada persona se monte su propia nube de servicios en una raspberry o mini pc, pero al menos es que lo me funciona ahora y me permite estar más tranquilo.

 

 

jueves, 18 de enero de 2018

La Estrella Fugaz

Esta noche estuve en el mirador de Pichilemu, mirando el cielo.

Reflexionaba sobre cómo, después de tantos años, la Piedra del Gato volvió emerger de entre la arena y el mar. Las olas pegando con fuerza contra el mirador en ese típico frío de los veranos de acá.

Recuerdo cuando era pequeño y el mar llegaba ligeramente hasta la Piedra. ¡Cuánto jugué entre esas rocas durante las temporadas estivales de mi infancia! Cuando la playa era novedad y los veranos cortísimos...

30 años después y en mi corazón sólo quedaron inviernos.

Mientras me encontraba sumido en los ciclos de la vida veo pasar una estrella fugaz. Era enorme y muy brillante. Jamás en mi vida vi algo parecido y debo reconocer que por un segundo el corazón se me llenó de congoja.

El universo me había llevado hasta ahí con el corazón apretado y el alma en un hilo. Me regaló un destello que llevaré conmigo siempre. Que abracé con todas mis fuerzas y los ojos bien cerrados. 

Cuando abrí los ojos ya no estaba ahí...


domingo, 16 de agosto de 2015

Fighter or Flighter

Me considero a mí mismo un introvertido social, pues disfruto más de los momentos en soledad que en compañía. Pero ningún hombre es una isla y cuando se trata de las interacciones sociales hay dos tipos de personas según su orientación hacia las confrontaciones: fighters y flighters. En inglés tiene un sentido funcional a la vez que suenan similares. En español sería algo así como luchadores y evasores. Los primeros son aquellos que no evitan las confrontaciones, mientras que los segundos prefieren acumular, ignorar y evitarlas siempre que sea posible. En esta clasificación me encontraría en el segundo grupo y esto quizás tiene que ver con mi preferencia por la soledad.

En la mayoría de los aspectos de mi vida social evitar las confrontaciones ha sido más que nada una elección, pues en situaciones donde ha sido necesario he hecho ver mi punto de vista independiente de los sentimientos de los demás (pues esa percepción de prioridades es el motor de la mayoría de las evasiones).

En mi vida personal es algo distinto, he pasado mucho tiempo oscilando entre luchador, evasor, luchador. Por historia me he vuelto más bien un evasor: para evitar el dolor, la decepción, el engaño, el descontrol de mi intolerancia al rechazo... (sí, aquí va una larga lista de demonios).

Hoy estoy lidiando con un sentimiento de pérdida enorme. Un cariño que no volverá, pues los intransables de cada uno chocaron como un objeto inamovible en el camino de una fuerza imparable. Aunque mi parte de responsabilidad pasó por ser evasor. Por vislumbrar un futuro más bien lúgubre. No pesimista, porque tiene que ver conmigo y mi segura aflicción ante eventos que nunca estuvieron en mi control.

La vida no es más que una colección de momentos, y como evasor me he perdido de muchos de ellos. Cuando uno realiza un viaje de introspección se da cuenta la cantidad de momentos que nos perdemos, rehuimos o interrumpimos porque nuestra mente está en otro lugar: ya sea morando en el pasado o anticipando el futuro. Hoy me propongo ser más luchador y menos evasor en mis relaciones personales, en vivir más y lamentar menos. Nadie ha dicho que va a ser sencillo, pero los momentos están ahí, esperando por un luchador.


jueves, 13 de agosto de 2015

Sobre Otros Mundos

Ellos dicen que hay infinitos universos.
En alguno de ellos seguro que podré encontrarte.
Aún duele dejarte ir.
"¿Acaso no vale la pena?", me preguntaste varias veces.
Hoy pienso que también podría haberte preguntado lo mismo: "¿Acaso no vale la pena?"
Hay mucho dinero circulando allá afuera; e imprimen más cada día.
Pero, ¿cuántas oportunidades tenemos de encontrar un amor como este?

Existe un mundo donde yo no tengo miedo de ser lastimado.
Hay otro mundo donde a ti te importa más quedarte conmigo.

Pero en este mundo...
En este mundo no lo logramos. Ninguno quiso arriesgarse.
Y trato de entender que así estaba escrito.
Que debo volver a casa y seguir hablando conmigo mismo.
Y continuar por caminos separados.

Algunos dicen que los sueños son ventanas hacia otros mundos.
Hoy en la mañana nos vi en uno de ellos... Juntos.
Y fue hermoso mientras duró.
Y hoy sólo quiero seguir durmiendo, para encontrarte una vez más.


Intocable - Parte I

Y siento como si te conociera de antes
Y creo que puedes oírme a través de esta canción

Y mi amor nunca morirá
Y mis sentimientos siempre brillarán

Y sé que sólo quieres que pertenezca a alguien
Y creo que ahora me quedaré con alguien

Pero mi amor nunca morirá
Y mis sentimientos siempre brillarán

Nunca traicionaré tu confianza
Nunca traicionaré tu fe
Nunca abandonaré tu corazón
Nunca olvidaré tu rostro

Hay un sentimiento que no puedo describir

Hay una razón que no puedo ocultar

Porque nunca he visto una luz tan brillante

Como la luz que brilla detrás de tus ojos

Puedo ver
Esta vida
Y lo que significas para mí

Y cuando soñé
Soñé contigo
Luego despierto
Dime ¿qué podría hacer?

Tuve que dejarte ir
Cuando el sol se puso
Tuve que dejarte ir
Y encontrar un camino a casa

Parte II

¿Por qué debería sentirme así?
¿Por qué debería sentirme así?
¿Por qué debería sentir igual?

Es algo que no puedo decir
Es algo que no puedo decir
Es algo que no puedo explicar

Te siento
Afuera en el borde de mi vida
Te veo
Caminar por el borde de mi lado

¿Por qué debería seguir mi corazón?
¿Por qué debería seguir mi corazón?
¿Por qué debería derrumbarme?

¿Por qué debería seguir mis sueños?
¿Por qué debería seguir mis sueños?
¿Por qué debería estar en paz?

Te siento
Afuera en el borde de mi vida
Te veo
Caminar por el borde de mi lado

Tuve que dejarte ir
Cuando el sol se puso
Tuve que dejarte ir
Y encontrar un camino a casa

Cuando sueño todo lo que veo eres tú
Cuando sueño todo lo que veo eres...

Nunca había visto una luz tan brillante
Nunca había visto una luz tan brillante
Nunca había visto una luz tan brillante

Cegado por la luz que está dentro
Cegado por la luz que está dentro
Cegado por la luz que está dentro de ti

-o-


domingo, 12 de abril de 2015

La Voz

Cuando lees estas palabras lo haces con una voz interior.
Mientras lees suena como yo? te imaginas mi voz o es la tuya?
Has reparado alguna vez en esa voz?
Te has preguntado de dónde viene realmente?
Cambia en la medida que crecemos y nuestra voz real cambia también?

Creo que las personas nacen dos veces. Primero nuestro nacimiento biológico, la gestación y el desarrollo de esa maquinaria perfecta que es el cuerpo humano. Luego la concepción de aquella esencia intangible que crece y se desarrolla de manera casi independiente de lo biológico. Con el pasar de los años el cuerpo se deteriora en menor o mayor grado dependiendo del cuidado. Aquella voz necesita de otros cuidados para prolongar su coherencia más no su existencia.

Párate frente a un espejo. Has que la voz diga: "ahí estoy yo".
Lo estás? Lo eres?
Quién eres realmente entonces? Eres lo que comes, como vistes, lo que haces o dices? Es eso o lo que aquella voz te dice que eres.

Hay quienes pasan su vida entera rehuyendo la voz. Para ellos es el monstruo debajo de la cama que se les aparece apenas se acuestan, apagan la luz pero no pueden dormir. Durante el día plagan de nimiedades su rutina para no tener que oír nunca la voz. Pero al caer el sol, al menguar la luz, las sombras se alargan y nada está fuera de su alcance.

El alma no existe. Tampoco el espíritu. Sólo la voz.
Háblate frente al espejo hoy. Hazlo de nuevo en 5 años. La carne se deteriora, esa voz no.

Todo en esta vida se va. Eres más que sólo una proyección física. Eres la voz dentro de ti. Abrázala fuerte. Es lo único que realmente tienes en esta vida.

Te has fijado que no puedes gritar usando esa voz interior? Una vez que te reconcilies con esa voz jamás volverás a gritar en una discusión con alguien más. Forzar tus cuerdas vocales jamás te dará la razón. Abrazar  la voz y dejar que te gobierne te hará uno con tus dichos y con tus actos. Le dará sentido a tus días. Ya no estarás solo por las noches. Empezarás a ser tú. Y por fin empezarás a ser real... para ti, que es lo único que realmente importa.

Cuando calmas tu mente, oyes la voz interior...

miércoles, 1 de abril de 2015

Anillo de Barahir

El anillo de Barahir fue un anillo que originalmente fue forjado para Felagund, señor de los elfos. Finrod Felagund lo obsequió a Barahir, padre de Beren.



Hace pocos días he vuelto a usar un anillo.
Después de muchos años.
Casi había olvidado el gusto que en algún momento desarrollé.
Gusto que en algún momento también perdí.
Junto con una infinidad de otras cosas extraviadas de mi vida.
Sin ser llamadas, algunas vuelven.
Creemos recuperar otras sólo hasta que nos despertamos.
Hoy elijo este anillo, cuyo valor es casi despreciable.
Pero al menos para mí, crece a cada día que lo sigo usando.
Pues a veces basta con tan sólo la presencia,
para que lo pequeño se vuelva grande.


Después de mucho ir y venir, el anillo llegó hasta Aragorn hijo de Arathorn de las propias manos de Elrond, y en el año 2980 de la Tercera Era en Lórien, Aragorn le da el anillo a Arwen Undómiel, comprometiéndose de esta forma por la eternidad.

martes, 10 de febrero de 2015

Greta


“When you lose your way, the way back is always different.”
― Greta Bellamacina

sábado, 20 de diciembre de 2014

Buscar y No Querer Encontrar

Hace poco me encomendé la tarea de buscar a alguien.

Resulta relativamente sencillo saber mucha información sensible de alguien en estos tiempos cuando las personas confunden los conceptos de "Era de la Información" o "Internet Social" y voluntariamente entregan su privacidad a terceros.

Pero este caso en particular no se trata de acosar a alguien sino de verdad querer (re)encontrarla. Con las mejores intenciones, saber que está bien. Continuar una relación que se coartó por alguna cruel razón que en esos momentos escapaba de la voluntad y el entendimiento de los involucrados.

Las huellas de las personas en este mundo a veces nos dejan más datos de los que necesitamos.

Los malditos datos... Me eran tan esquivos que ahora entiendo que eran como un mensaje que no fui capaz de leer a la primera.

Convertir esos datos a información fue el inicio del final de mi búsqueda. Interpretar esos datos estimando que la probabilidad de que esa vida no necesite más interrupciones era alta. Eso me puso demasiado triste.

¿Qué sentido sano tendría dejar que aquella persona considere por un minuto cuán distinta habría sido su suerte, ¡su vida! en otro escenario? Claramente no tengo ni el más mínimo derecho, ni un atisbo de intención tampoco en cometer semejante atrocidad...

Cada persona en este mundo es como una hebra. A veces separadas de otras para simplemente vibrar en otra sintonía, para hacer lo mejor que pueda con la frecuencia que le tocó.

Una reunión forzada nunca sonará como una melodía...

jueves, 18 de diciembre de 2014

Las Ilusiones de Navidad

Recuerdo la fiesta de fin de año del 2013 para el curso de mi hija. En aquella oportunidad se invitó al Viejito Pascuero para que entregara los regalos a los niños del curso. Al llegar el Viejito al recinto, algunos niños (en su mayoría varones) empezaron a gritar que éste era falso, lo que felizmente no pasó más allá de una humorada.

Hoy, un año entero después, esa situación volvió a mi mente al preguntarme si mi hija aún creía en la existencia de Santa Claus. Y más aún, a esta hora me pregunto ¿por qué me importa tanto el hecho de que aún crea en él? La verdad es que estoy convencido de que las ilusiones son una parte importante de la infancia, y por lo mismo, de la vida misma.

Cuando somos pequeños creemos en la magia, creemos que hay un Dios, creemos en el Viejito Pascuero y en el Viejo del Saco. Creemos que cosas buenas le suceden a la gente buena. Básicamente de eso están compuestas las ilusiones de infancia, y gracias a eso cuando pequeños creemos que el mundo es un lugar hermoso [y mágico] para vivir. ¡Adoramos vivir en gran parte gracias a eso!

Creo que romper las ilusiones de infancia sólo por creernos los "padres modernos" es una crueldad; porque básicamente sería robar una parte bella de la infancia de todo niño. Lo anterior deja en clara evidencia que no seré yo quien le quite las ilusiones a mi hija. Será la propia edad quien lo haga, pues a eso se le llama crecer.

Este año 2014, al descubrir que mi hija aún cree en la Navidad mágica me he visto en la necesidad de improvisar un pequeño árbol de pascua. La humildad de nuestro árbol traspasa valores, refuerza un vínculo, mantiene la ilusión; pero más importante aún: convierte cada vez un poquito más este lugar en un hogar.

La verdad es que mis recuerdos son muy difusos con respecto a esa etapa de mi vida. Lo que sí tengo claro es que mantuve mis ilusiones también en mi adolescencia. Recuerdo como si fuera ayer aquel verano en que a un muy buen señor le prometí que me casaría con su hija. En respuesta, este caballero en su sabiduría eligió decirme que podría ser así, con la misma probabilidad de que no podría ser. Él eligió respetar y por sobretodo cuidar mi ilusión.

Ese tipo de vivencias me hizo ser quien soy hoy.

Si me preguntan si aún creo en la Navidad... Si aún conservo mis ilusiones... Por supuesto que sí; y aquí están.

martes, 16 de diciembre de 2014

El Camino No Elegido

Hoy, por esas casualidades de la vida, el modo azar de Google Play Music me regala el siguiente poema como primera canción...

El camino no elegido
[Poema: Texto completo]
Robert Frost

Dos caminos se bifurcaban en un bosque amarillo,
Y apenado por no poder tomar los dos
Siendo un viajero solo, largo tiempo estuve de pie
Mirando uno de ellos tan lejos como pude,
Hasta donde se perdía en la espesura;

Entonces tomé el otro, imparcialmente,
Y habiendo tenido quizás la elección acertada,
Pues era tupido y requería uso;
Aunque en cuanto a lo que vi allí
Hubiera elegido cualquiera de los dos.

Y ambos esa mañana yacían igualmente,
¡Oh, había guardado aquel primero para otro día!
Aun sabiendo el modo en que las cosas siguen adelante,
Dudé si debía haber regresado sobre mis pasos.

Debo estar diciendo esto con un suspiro
De aquí a la eternidad:
Dos caminos se bifurcaban en un bosque y yo,
Yo tomé el menos transitado,
Y eso hizo toda la diferencia.

lunes, 15 de diciembre de 2014

22/11/63

Anoche acabo de terminar de leer 22/11/63 de Stephen King. Soy un convencido de que cada libro es un viaje, pero este resulta muy especial porque precisamente trata de eso: de viajar, pero en el tiempo.

Creo que todos alguna vez hemos jugado a imaginar qué haríamos si pudiésemos viajar en el tiempo. A veces lo hacemos más serios y de forma recurrente y casi inconsciente tal vez cuando nos arrepentimos de algo que hicimos y deseamos con el corazón haber hecho algo distinto. Nunca sabremos cómo hubiesen resultado las cosas si tuviésemos la oportunidad de cambiar el pasado. Solemos pensar que sería todo muy diferente pero para bien.

No todo el mundo tiene segundas oportunidades para hacerlo distinto. A veces duele más saber que se tuvo un nuevo inicio y no se pudo (¿o quiso?) aprovechar. Y todo el libreto se vuelve a quemar. Otras veces sentimos que no importa cómo lo hagamos ni cuántas veces lo intentemos... Nos gusta engañarnos con conceptos fútiles y de ficción como "destino", "karma", "hilos invisibles", "otras vidas", etc. Seguramente lo hacemos para sentirnos un poquito mejor con nosotros mismos y convencernos de que lo intentamos todo. De que nos podemos lavar las manos más tranquilos.

Este libro, más que narrar de una forma muy aterrizada hechos históricos y condimentarla con un poco de sobria ficción de viajeros en el tiempo, es una invitación a viajar hacia el interior de nosotros y madurar respecto a las decisiones que tomamos. De hacernos responsables y dejar de engañarnos de a poco. Porque el tiempo, el tiempo no vuelve.






lunes, 8 de diciembre de 2014

El Que No Busca A Veces También Encuentra

I don't give a damn
How it's supposed to be
That might work for you
It don't work for me


Muy de vez en cuando algunas respuestas llegan en momentos casi milagrosos.

Como si alguien supiera por lo que estás pasando.

Como si esa otra persona te entendiera más que nadie en el mundo.

Esas señales no pueden ser ignoradas.

Abracé casi cada una de las líneas del artículo "How to Be Alone: An Antidote to One of the Central Anxieties and Greatest Paradoxes of Our Time" de Maria Popova. Y es que cuando te han tratado de egoísta hasta sociópata, pasando por antisocial, introvertido e inseguro entre otros tantos apelativos, vaya que te empiezas a cuestionar todo.

El artículo está basado en el libro "How to Be Alone" de Sara Maitland (que por supuesto ya estoy encargando ;-)) y es una exploración sobre la soledad. Pero la soledad que hace bien, la que uno elige por convicción por sobre todo; no la que se odia porque no se busca. La que hace que uno se sienta en su estado natural. La que nos hace libres finalmente.

Porque a veces existen ataduras invisibles, porque la sociedad nos ha hecho creer que somos sólo imagen:

"Nada es más destructivo de relaciones cálidas que la persona que sin cesar 'le da lo mismo'. Ellos no parecen ser un individuo completo si no tienen nada de ellos mismos que 'traer a la mesa', por así decirlo."

Porque esta misma sociedad se ha encargado de hacernos sentir que estamos mal, y como dicen por ahí: No es síntoma de buena salud estar perfectamente acostumbrado a una sociedad enferma. Y a la larga, estas personas son las que nos pueden hacer enfermar:

"Si le dices a la gente suficientes veces que son infelices, incompletas, posiblemente enfermas y egoístas; definitivamente habrá una posibilidad de que una mañana gris cuando se despierten con el inicio de un desagradable frío y se pregunten si son solitarios en lugar de estar simplemente 'solos'."


Hoy definitivamente me siento un poco más tranquilo conmigo mismo. No espero más tampoco, pues sé que con el transcurso de los días estaré mejor; y es que hay cosas que solas deben fluir como un riachuelo y siempre tendré la oportunidad de quedarme en silencio, escuchando su arrullo, a veces dulce, a veces no... 

domingo, 2 de noviembre de 2014

Los Monstruos de Halloween

La noche de Halloween acaba de pasar.

Ayer por la tarde sentí las risas de los niños jugando en la calle. Al mirar, los veo felices corriendo de un lado para el otro. Un fin de semana normal habría dicho cualquiera, salvo por los disfraces.
En Halloween los niños se visten de los monstruos a los que año a año temen menos. Seres imaginarios creados por escritores, directores de cine o a partir de creencias populares. Los niños luego aprenden a temer a entes reales, que realmente les pueden dañar a ellos o a sus seres queridos. Los extraños, los delincuentes, locos y no tanto. 

Lo cierto es que ambos temores provienen del exterior a ellos, son de cierta manera implantados por la cultura o la sociedad. Como parte del crecimiento los primeros, como medida de sobrevivencia los últimos.

Pero ¿qué sucede luego cuando nos volvemos adultos? El miedo a los monstruos lógicamente desaparece junto con la inocencia. El temor a ser víctimas de algún delito se mantiene, pero la mayor parte del tiempo usamos un instinto y una lógica de protección que con el paso de los años hemos desarrollado. 

¿Quiere decir entonces que de adultos ya no tenemos miedo? Nada más lejos de la realidad, partiendo por el hecho de que nunca maduramos, sino que actuamos como la sociedad espera que lo hagamos de acuerdo a un número que representa nuestra edad. Pero esto último es harina de otro costal. Volvamos a los miedos. Los temores de los adultos han sido reemplazados. Superamos o asimilamos los miedos externos pero desarrollamos unos tal vez más terribles aún: nuestros propios monstruos internos. Los hay distintos en magnitud y naturaleza para cada mortal, y comunes también para otras personas.

He aquí como muestra una galería de imágenes de terror de los adultos (mire, si se atreve...): El miedo a perder el trabajo, el miedo a quedarse solo en la vida, el miedo al rechazo. El temor a ser olvidado en vida, el miedo a estar con la persona equivocada el resto de la vida, el miedo a fracasar. El temor a jamás ser comprendido. El miedo a perder lo que más aprecias de este mundo.
¿Quién puede decir que no visualizó en su mente alguno de estos temores en carne propia mientras los leía? ¿Cómo lo hacemos entonces para no quedarnos petrificados ante la avalancha de monstruos que día a día nos acechan desde nuestro interior esperando escapar y materializarse ante nuestros ojos como la pesadilla de la cuál ni imaginamos cómo despertar?

Lo cierto es que nadie vive en negación de sus fantasmas, pues la vida de los temerarios tiende a ser muy corta y en vano (aunque con un cadáver hermoso dirán los más frívolos). Me gusta pensar que lo que hacemos es finalmente conversar con nuestros monstruos. Día a día dialogamos con ellos y por lo general prima la razón por sobre su locura. Pero a veces, y sólo a veces, nos susurran al oído lo que no queremos oír, porque además nos aterra aceptar que ellos en ocasiones también tienen la razón...

lunes, 20 de octubre de 2014

Retrospección I

12775 días de vida.
Es buen número.
Hay algunas historias que contar en esos días. Seguro.
Las hay de un día; de varios múltiplos de 365 también.
Las hay de horas también: que no alcanzan a ver el cambio de día-noche-día

Dicen que de todas las historias se pueden sacar lecciones. Tengo las mías de unas pocas; de otras aún no consigo verlas (tal vez alguien más se las llevó).

35 años. 11 de ellos durmiendo.
Recuerdo un par de mis últimos sueños de manera muy particular. Recuerdo uno donde escuchaba una composición musical única. Me desperté con la sensación de que nunca había soñado algo así y con la necesidad de reproducir de alguna forma aquella melodía. Se fue.

O aquella vez que soñé con el mismísimo Lucifer. Aún puedo recordar haber despertado con el corazón muy acelerado ante su viva presencia. Luego más tranquilo haber pensado "¿Quién cresta sueña con Mefistófeles?" (teniendo en cuenta que no me considero precisamente un creyente).

35 años, 11 durmiendo. 24 años despierto. Serán apenas unos 9 años viviendo en madurez. Lo cierto es que nunca maduramos, sino que es lo que se espera de nosotros.

9 años de lucidez. Soñando despierto mirando el cielo de mi habitación antes de dormir. Reuniendo coraje para dejar de mirarlo por las mañanas y salir armado con un poco más de fe en que la vida puede ir un poco mejor.


martes, 7 de octubre de 2014

Todo Tiene Su Tiempo

Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora. Tiempo de nacer, y tiempo de morir; tiempo de plantar, y tiempo de arrancar lo plantado; tiempo de matar, y tiempo de curar; tiempo de destruir, y tiempo de edificar; tiempo de llorar, y tiempo de reír; tiempo de endechar, y tiempo de bailar; tiempo de esparcir piedras, y tiempo de juntar piedras; tiempo de abrazar, y tiempo de abstenerse de abrazar; tiempo de buscar, y tiempo de perder; tiempo de guardar, y tiempo de desechar; tiempo de romper, y tiempo de coser; tiempo de callar, y tiempo de hablar; tiempo de amar, y tiempo de aborrecer; tiempo de guerra, y tiempo de paz. ¿Qué provecho tiene el que trabaja, de aquello en que se afana?

Eclesiastés 3:1-9

viernes, 4 de octubre de 2013

How can I get past this?

Hoy tuve uno de esos momentos donde parece que nada queda al azar. Mientras me preparaba algo para comer, dejé música puesta y al escuchar una canción (entre muchas nuevas) y sin saber su título o letra me acerco como hipnotizado por los acordes iniciales para averiguar de qué se trataba.

How can I get past this
How can we see this trough, I wonder
How can I let this go
I can forgive, never forget


...nada más qué decir.


domingo, 15 de septiembre de 2013

Lieksa!

"Dicen que el hombre nace tres veces.
La primera para equivocarse.
La segunda para aprender.
Y la tercera para entender."

Un extraño es acogido en la misma familia de los hombres que sin querer le han borrado la memoria. Vive con ellos su realidad, su inercia basada en una tradición familiar que es, al parecer, casi lo único que los mantiene unidos.

No es la típica historia donde los recuerdos del protagonista vuelven justo en el momento cliché adecuado. Su mensaje es más bien seguir adelante con lo que se tiene y sin detenerse a llorar el pasado.

Fue por el año 2008 cuando hice el secreto compromiso de ver Lieksa!. Todo empezó con la canción While Your Lips Are Still Red, cuya letra me hacía demasiado eco durante esos meses.

Justo ahora, cinco años después, llegó el momento de cumplir. Y es que Lieksa! va precisamente de eso: de darse cuenta de cuando se ha nacido de nuevo en esta vida.



miércoles, 11 de septiembre de 2013

You're not Alone

Esto me ha conmovido demasiado... resume mucho de lo que he creído y defendido buena parte de mi vida. Haberlo encontrado no es casualidad, es una reafirmación de que la sintonía desde lo más fundamental es clave.



martes, 27 de agosto de 2013

Poesía anónima

Poema encontrado en los ficheros de la Facultad...

martes, 25 de junio de 2013

Demasiado huaso...

Recuerdo en más de alguno de esos últimos soleados veranos de los 90s en que, a modo de juego-burla entre pololos, se me decía que no importaba lo que hiciera, sería huaso siempre. Hasta hoy, después de más 20 años esa noción seguía ahí, ya no en tono de juego-burla, sino más bien de defecto... Pues al parecer significa que jamás tendré algunas cosas que los citadinos sí tienen. Sinceramente y muy reflexivo... Espero nunca tenerlas.
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