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jueves, 18 de enero de 2018

La Estrella Fugaz

Esta noche estuve en el mirador de Pichilemu, mirando el cielo.

Reflexionaba sobre cómo, después de tantos años, la Piedra del Gato volvió emerger de entre la arena y el mar. Las olas pegando con fuerza contra el mirador en ese típico frío de los veranos de acá.

Recuerdo cuando era pequeño y el mar llegaba ligeramente hasta la Piedra. ¡Cuánto jugué entre esas rocas durante las temporadas estivales de mi infancia! Cuando la playa era novedad y los veranos cortísimos...

30 años después y en mi corazón sólo quedaron inviernos.

Mientras me encontraba sumido en los ciclos de la vida veo pasar una estrella fugaz. Era enorme y muy brillante. Jamás en mi vida vi algo parecido y debo reconocer que por un segundo el corazón se me llenó de congoja.

El universo me había llevado hasta ahí con el corazón apretado y el alma en un hilo. Me regaló un destello que llevaré conmigo siempre. Que abracé con todas mis fuerzas y los ojos bien cerrados. 

Cuando abrí los ojos ya no estaba ahí...


jueves, 26 de mayo de 2011

Mal paso

Corro sin la noción exacta de si huyo o persigo.


Mi corazón no para de suplicar por un descanso en cada bombeo de sangre. Ya siento que se acercan sus últimos latidos pero aún así no me detengo.


En la medida que avanzo, los arbustos y árboles se tornan más espesos y lúgubres. A ratos no distingo si aún es de día debido a que las copas de los altos árboles se entrecruzan con una funesta intencionalidad.


El suelo, aunque cubierto de hojas muertas, no amortigua mi caída en lo más mínimo. Siento cómo varios hilos de tibia sangre recorren mis rodillas.


Miro por última vez hacia atrás en búsqueda de mi depredador. Su presencia me es aterradoramente conocida.


Creo divisar cómo su silueta se abre paso entre la espesura del bosque. Es como si la naturaleza misma no se atreviera a estorbar su inminente y casi levitante andar.


En un inútil intento por levantarme, compruebo que mis extremidades superiores ya no responden. De inmediato, a mi mente viene la imagen de ella sirviéndome el último trago antes de partir.


Ahora, lo que antes me pareció un gesto contenido, se vuelve una clara mueca de desprecio.


Me consuela el hecho de que siempre supe que ese veneno volvería a mí.


La visión se me nubla y con mi último aliento maldigo tu nombre...

martes, 17 de mayo de 2011

1993

Hoy por la tarde conversaba con algunos estudiantes en el casino de la facultad.


Capuchino en mano, les contaba que mi paso por la universidad no se posicionó para mí como los tan típicos "mejores años" de la vida de cualquier ex compañero. No es que lo pasara mal, sino que los asumí como un proceso para alcanzar una etapa mejor.


Ahora, luego de jugar con el hashtag de moda en twitter, recordé lo bien que lo pasé #cuandoibaalcolegio: las tardes enteras en los videos de la esquina, mis amigos que entraban y salían de nuestra casa como si estuvieran en la de ellos, escuchar música en mi habitación, los yuntas del colegio que apoyaban en todo,las lindas compañeras de la básica (era un enamorado, lo admito...) y las buena tela de la media... Y un largo etcétera...


A mis ojos mi familia era (y es!) perfecta. En casa nunca faltaron los ingredientes necesarios para hacer de aquella época una de las mejores.


Ya estando en la U, el carrete y el exceso eran para mí formas muy banales de pasarlo bien. Aún así, hubo unas cuantas personas que fueron muy importantes para mí en ese tiempo. A pesar de que con muy pocos mantengo contacto frecuente, siempre los recuerdo y me las ingenio para saber que están bien.


Hoy por hoy los tiempos han cambiado, y mucho. El ritmo de la vida te exige como única satisfacción el consumismo: eres lo que compras. Juntamos plata para viajar y conocer otras culturas y ni sabemos el nombre de nuestro vecino.


Por suerte, en estos frenéticos tiempos, mi refugio sigue siendo la música. Aún cuando la distancia que me separa de aquel chico de mirada enamorada es abismal, trato de mantenerme concentrado en lo más fundamental...

martes, 10 de mayo de 2011

El avance en la oscuridad

A veces siento destellos muy finos de luz emanar de entre mis poros. Sucede a menudo cuando el lobo reniega del viaje.


Las partículas, suspendidas a escasos centímetros de mí, brillan como desafiándome a que las alcance.


Confieso que no podría avanzar entre ellas sin sentir sus ínfimos roces sobre mi piel.


Suspiro de alivio desde el otro lado: es sólo sangre...

miércoles, 4 de mayo de 2011

El camino

"La liberación parte desde la mente...". Ha venido diciendo una voz en mi interior por muchos años.


Hoy, cuando es la incertidumbre la que me mantiene en el camino y a la vez la misma que me hace querer claudicar, siento que no importa qué tan lejos o cerca esté del final del mismo.


El "darse cuenta" requiere de un descanso junto al fuego...


Cuando he recolectado la mitad de la leña; me pregunto si alguna vez tuve algo de lumbre conmigo...

viernes, 29 de abril de 2011

Fantasmas...

Y hoy al despertar, contemplé un leve destello entre la oscuridad que por años me consumía...


La búsqueda había terminado. Una serenidad invadió mi mente al descubrir que lo que buscaba no estaba aquí ni en ningún otro lugar...

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