jueves, 9 de octubre de 2008

Save me...

I don't know if I can
I don't know if I should
I don't know what is right and what's to come if you would
Here I stand in the rain
Here I stand in the cold
I'm reluctant to get another shot in my soul...
I'm afraid of that hole...

Save me, save me...

...Lonesome road...

(Save Me - EdGuy)

jueves, 18 de septiembre de 2008

¿Perdido?

Durante estos días he estado inmerso en varias cosas, que a su vez, me han quitado tiempo para hacer este tipo de actividades que siempre adquieren una prioridad menor ante cualquier otra.

Para ser más preciso:
  • Estoy muy motivado trabajando en el desarrollo de pequeñas aplicaciones Python que utilicen el bluetooth de un teléfono móvil para realizar acciones de domótica (por ejemplo encender las luces de la casa).
  • He estado también postulando a cuánta beca se me pase por delante para realizar estudios de posgrados en el extranjero. Esto sí que toma tiempo: conseguir certificados, cartas de recomendación, cartas de intenciones, buscando unidades de investigación.
  • Posiblemente a lo anterior se sume otro cambio de casa en menos de 6 meses, con toda la lata que eso significa. Esperamos que sea el penúltimo (porque si me sale una beca...).
  • Con unos colegas estamos gestionando la creación de un grupo de lectura-investigación-discusión-orientación para alumnos de computación y en general de la facultad. Esto es el Grupo Babbage.
  • También tengo pendiente el desarrollo de algunas clases para implementar el algoritmo MOCUS en la obtención de conjuntos de cortes mínimos para árboles de fallas (si el lector no entiende de qué trata este último párrafo, no se preocupe, ya somos dos...)
Es increíble como a veces sin darnos cuenta, de tantas cosas que hacemos, nos sentimos perdidos, abrumados y exhaustos; cuando al parecer tenemos todo claro de lo que estamos haciendo o de lo que queremos.

Cuando perdemos el norte de lo que queremos, también todo pierde sentido. Y sin notarlo nuestro organismo reacciona ante la avalancha de responsabilidades que sin querer asumimos. Ahora ya no bebo café y los alimentos grasos me dan pánico; eso después de un ataque de SCI [no tiene que ver con la Escena del Crimen, ese es CSI] que me duró como tres días...

Es por eso que aprovecho estos días para revivir a través de Guitar Hero ese sueño frustrado que todo adolescente que se precie como tal tuvo alguna vez: ser guitarrista de una banda de rock! Y sobre todo de Glam Metal/Rock porque eso incluye chicas y mucha diversión!

El día martes fué la actividad folclórica en el Jardín donde asiste Leonor; le tocó bailar y recibir un premio por un concurso de diseño de volantín. Aquí está el video donde aparece su perfomance:

domingo, 27 de julio de 2008

Una tarde de soooool



Hoy por la tarde mi hermano Andrés y mi sobrina Cathy me invitaron a pasear. Pese a que estaba despejado y había un sol agradable, el viento frío parecía atravesar la ropa.

Tomé unos audífonos para mi teléfono y partimos. Mi sobrina llevaba su bicicleta porque, pese a que tiene acceso a videojuegos e internet, aún sabe divertirse como lo hacíamos nosotros cuando aún creíamos que la bici era lo mejor que nos podía pasar en la vida. En mi opinión, Andrés y Valeria lo han hecho bien educando a mi sobrina. Sigan así.

Aproveché de comprarme un antiespasmódico porque anoche el kilometraje fué el siguiente:
  • Andrés: 60 centímetros de completo (what?) y una empanada de pollo-queso.
  • Jorge: 45 centímetros de completo y una empanada de champiñón-queso.
  • Valeria: 30 centímetros de completo y una empanada de choclo-queso.
  • Yo: 30 centímetros (y dos mascadas) de completo y una empanada de choclo-champiñón-queso.

Lo aclaro inmediatamente, no; no es una fiesta maratón de los Klumps...

Volviendo al paseo; en la plaza los chicos jugaron con la pelota y yo aproveché de escuchar algo de música... Es uno de mis placeres preferidos combinar la música con el viento rozando mi cara en una solitaria tarde en Pichilemu... El recorrido continuó hasta el parque donde recordamos una versión sana del juego "El Soooool" (no busquen en Gamecube, PS2 ni Wii...)

Existe un mundo entero lejos del frenesí de sumar más de cien "amigos" en Facebook con los cuáles no vamos a hablar, o de tener el iPhone antes que Kiefer Sutherland...

En las cosas simples encontramos tranquilidad.



Soundtrack: NightWish

sábado, 24 de mayo de 2008

Dando vuelta la página

Hoy es mi última noche de esta semana en Pichilemu. He compartido bastante con mi familia durante estos poquitos días (de hecho no salí a la calle las primeras 48 horas). Ahora, frente al fuego y junto a mi inseparable laptop (por el cual tengo una relación amor/odio) comienzo a escribir las siguientes líneas.

Resumiendo un poco lo que fué:
  • Vi algunas interesantes películas (Collateral, Zodiac, mientras que anoche me quedé dormido al inicio de I Am Legend...).
  • Vi algunos partidos de fútbol junto a mi padre (maldición! eliminado el León...).
  • Avancé en mi práctica de guitarra (toqué dos temas sencillos: Run de Collective Soul y Disarm de Smashing Pumpkins).
  • Comimos como cerdos con mis hermanos (completos, empanadas de choclo-queso!).
  • Ah sí, algo trabajé también...

Resumiendo un poco lo que está cambiando:
  • Estoy empezando a aprender de dejar de ver lo que realmente no es; lo que nunca será.
  • A revalorar a aquellos que sí están cerca, aún cuando yo estoy acá, lejos físicamente.
  • La lectura del budismo me está enseñando a alejar de mí aquellas cosas, situaciones, personas que realmente me producen sufrimiento. A cobijar a aquellas que me producen tranquilidad. A no preocuparme del pasado que ya fué, ni del futuro que todavía no es.
  • Aprender a valorarme un poco más; con mesura, con humildad; es esencial...

Como siempre, una canción me ayuda a resumir esto también, Rebirth de Angra:

"(And I) ride the winds of a brand new day
High where mountain's stand
Found my hope and pride again
Rebirth of a man"

Por último, por letras, dejo el video Run de Collective Soul:

viernes, 21 de marzo de 2008

Antes yo era tu hijo, ahora tú eres mi padre...

Escribir sobre mi viejo es algo que nunca he hecho y que voy a intentar hacerlo ahora.

Mi viejo, como padre es una persona de carácter, preocupado siempre de hacer lo correcto frente a nosotros; sus hijos. De opinión clara y contundente, de voz fuerte y mirada transparente. De valores.

Puedo decir que logró su objetivo en cuanto a mi respecta.
Un padre extraordinario. Desde que tengo conciencia nunca lo he visto hacer algo que lo haga sentirse avergonzado.

Un hombre de mil historias de trenes, ¡cuál de todas ellas más interesante! No me canso de escuchar las más clásicas, esas que siempre nos hacen reír, que normalmente afloran a la hora de almuerzo... También sabemos que tiene mil historias más que son sólo de él. Lo reconoce...

Hoy, por ser semana santa, ha contando la siguiente historia: "Hace muchos años, Fulano De Tal tuvo la genial idea de bromear con respecto a un paso fúnebre dicendo: <>. Al tiempo después Fulano sufrió una extraña enfermedad que lo dejó sin voz hasta el día de hoy..."

No soy tan buen cuenta-historias como él... Espero que a medida que vaya viviendo las mías podré irme aproximando. Tiene historias de todo género: Terror, comedia-picaresca (!), acción, drama, etc... (La de Merino estoy que seguro que nunca olvidaremos).

Sigo...
Un cocinero fabuloso, un anfitrión esmerado cuando hay invitados en casa. Excelente en las conversaciones. Apasionado por el fútbol, la comida y el buen vino.

Posee además un sentido de la ubicación que destaca.

Mi viejo nunca ha destacado por ser un padre cariñoso de piel ahora que sus hijos somos adultos. Palabras de apoyo, gestos, incondicionalidad... nunca han faltado. No sé en que momento dejé de saludarlo y despedirme de beso en la mejilla, como hacen mis hermanos aún... Pero estoy tranquilo porque sé que él sabe que siempre lo he querido.

Recuerdo la única vez que me levantó la mano fué por ahí por el año 92-93... Fué porque no dedicaba demasiado tiempo a estudiar. Ahora que por fin terminé mi carrera profesional, pienso que posiblemente me bastaba con un regaño y un par de gritos... pero bueno, algún día sabré si era realmente necesario aquel cachuchazo. Lo importante es que independiente de eso, el discurso de titulación se lo dediqué a ambos padres por igual.

Me hace muy bien venir a Pichilemu y verlo contento, tranquilo... como el mar que siempre él ha amado y respetado. Siempre que pueda voy a seguir viniendo a estar con él...

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